Maite Ziganda San Martín
Ariane, animada por su amigo Pablo, fue a ver una exposición de pintura
moderna. En la sala, al entrar, encontró un montón de cuadros.
En uno aparecía un fondo de un color mezclado y en la zona media tirando
hacia la derecha un círculo. Más adelante había otro con un montón de figuras
de colorines: triángulos, cuadrados y redondos superpuestos. También había
algún cuadro en el que se veía un paisaje parisino dibujado como en tres
partes. Y muchos más...
Ariane, que iba acompañando a Pablo en esta aventura, al finalizar todo el
recorrido le preguntó si le había gustado la exposición. Pablo estaba
encantado. Le había parecido muy interesante e inspiradora y ya había elegido
algún cuadro para poner en el dormitorio de su nueva casa.
Ariane parecía no haber entendido nada. “Cómo es posible que a esto le
llamen arte, parece que ha cogido un lienzo, ha hecho un rayajo, y ala, a ver
si alguien pica”.
A Ariane le gustan más cuadros que reflejen algo realista. Que pueda ver
qué es y pueda entenderlo.
Hombres y mujeres somos artistas, y cada artista tiene una forma de
entender, vivir y compartir.
Esto mismo ocurre en el amor. Como sujetos sexuados que somos, buscamos
otros hombres y mujeres y, en esta búsqueda, también en el ligoteo, cada uno
tenemos una manera única, peculiar. Tenemos un arte personal. No existe LA
manera, sino que cada una desarrollará la suya. Porque somos artistas en lo que
respecta al amor. A unos les gustará más, a otros menos, pero al final nos
sentimos más a gusto dibujando un cuadro que nos guste a nosotras, ¿no?
Lo mismo ocurre cuando vivimos en pareja, tenemos nuestra manera de
entender, de vivir y de expresarnos. A veces, es aclarador conocer nuestro arte
de amar y de estar en pareja, porque, seguramente, ante una dificultad será más
sencillo encontrar una solución.
Uno de los conceptos de la Sexología, la ciencia que estudia los sexos, es
el Ars Amandi. Se entiende por ars amandi o amatoria la expresión o fórmula con
la que la cultura greco-latina denominó al conjunto de formas de pensar,
sentir, desear o hacer a través de las cuales los sujetos realizan sus deseos
eróticos y expresan sus atracciones, seducciones y, en definitiva, sus
búsquedas y encuentros como sujetos sexuados.
Se trata, pues, de un elaborado y complejo producto de cultura. Y lo mismo
que se hace historia de la pintura, de la música o de la literatura puede
hacerse historia del ars amandi a través de las distintas épocas. Esta
definición la hemos tomado del Instituto de
Sexología InCiSex, por si te apetece seguir leyendo!
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