2 de abril de 2013

Parejas...


Maite Ziganda San Martín

En este artículo vamos a acercarnos a la Pareja. Pareja como hecho relacional, no como hecho jurídico, político o religioso.



Beso en pareja
Imagen vía InCiSex
En las sociedades modernas la vida de los adultos está estructurada sobre la base de unidades de pareja. Los jóvenes se encaminan hacia esa fórmula de vida. Los adolescentes la ensayan a través de sus primeras experiencias y tanteos. Los niños la imitan jugando a "ser novios".

Somos seres sociales, no podemos no serlo, de ahí que el concepto pareja responda a la manera en que los seres sexuados, hombres y mujeres, nos organizamos y convivimos en sociedad. En las sociedades avanzadas muchos, muchas,buscamos un buen trabajo y una buena relación amorosa. Y lo mismo que hay muchas formas de trabajo, también hay muchas formas de relación. Dar con estas dos fórmulas es hoy un objeto de búsqueda común.

La fórmula de vida en pareja, constituye un campo apasionante de riqueza en la vida de los sujetos. También de conflictos y problemas.

La relación de pareja es el resultado de una selección de relaciones sexuadas que articulan y configuran un ars amandi propio. Todos buscan su otro sexuado, "su otra mitad" con quien entenderse y completarse y así compartir una dimensión de sus vidas: sus deseos y sentimientos sexuados.
Todos buscan ser fecundos y creativos, realizarse, hacer algo de la vida y en la vida, compartiéndola con otro.

Pero, para entender el concepto de pareja, es fundamental mirar a las ideas antiguas en torno a este concepto, el cual estaba totalmente ligado al matrimonio. El matrimonio era una realidad pública, social, económica y moral. Era la base de la organización social y económica, y estaba basada en un vínculo de sangre. La cópula era necesaria para la reproducción de la especie y su mantenimiento, por lo que el matrimonio tenía una función reproductiva. En esta hipótesis antigua, había gente apta y no apta, siendo no aptos los discapacitados, ciegos,  estériles, los solterones, las mujeres que no podían concebir... Existía la exclusividad copulativa, es decir copular solo y siempre con la misma persona y había una distribución rígida de los roles.
               
La idea antigua de pareja convive con una versión moderna de pareja, en la que la base de la organización son los amantes, ellos deciden. El vínculo ya no es de sangre, sino de sexo, los seres sexuados se buscan, se atraen, se encuentran, y organizan, y esto es lo que les une. Lo importante no es mantener la especie, sino los sujetos sexuados. Hay posibilidad de soltería, y hay una distribución flexible de roles. Además, existe la lealtad y complicidad frente a la exclusividad copulativa.



Hay tantas parejas como parejas

Los discursos externos de lo que un hombre debe ser, lo que una mujer debe ser, lo que una pareja debe ser, son ideas estrictas que no generan más que eso, deberes. Entre estos deberes encontramos, por ejemplo,  el actual discurso sobre la independencia de los miembros de la pareja, la idea de que hay una manera óptima de tener relacione eróticas (penetración de pene en vagina con el objetivo de llegar a un orgasmo simultáneo), la necesidad de lograr la realización profesional...
Estos deberes generan un escenario de guerra; estamos pendientes de ver si el otro nos la va a pegar.
La sociedad concede mucha importancia al individuo. Nuestro proyecto personal de ser alguien en la vida entra en tensión con compartir la vida con alguien, hacer mi vida con alguien se convierte en todo un dilema.

El amor que nos tenemos se explica por el sexo. La visión moderna de sexo es lo que somos. Ser hombre y mujer como las dos posibilidades de sexos. Sujetos sexuados. Esto supone entender que los sexos somos diferentes. Esa diferencia genera atracción, deseo, encuentro, un compartir. Poner al otro como una realidad en nuestra existencia. Ser sexuado significa ser diferentes, deseantes, amantes y “parejibles”. Por lo tanto, hay tantas parejas como parejas...

Este es el escenario de la fragilidad, ya no el de la guerra. Desear abre posibilidades al daño, ser deseado también; pero, al mismo tiempo, desear y ser deseado nos fortalece.

En siguientes artículos iremos desgranando las claves de pareja para encontrarnos con los celos, los roles, el manejo de conflictos, las relaciones de poder, la interacción erótica...

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